martes, 28 de junio de 2016

Orden y Justicia

En los diálogos de Platón se encuentran un claro rechazo ante la extensión del poder político de carácter aristocrático o por herencia, planteando lo que llama igualdad legal a la totalidad de la población. Se había dado, hasta entonces, que la mayoría de los hombres nacían para ser gobernados. ¿Cómo aceptar sin protestas que ahora se los tuviese a todos como igualmente aptos y hasta igualmente obligados a gobernar? Sin embargo, el propio Platón puso en tela de juicio ese rechazo a la democratización de la vida pública en cuanto que no admitió ningún tipo de aristocracia de la sangre o riqueza. Por esto propuso en varios textos una igualdad no meramente aritmética, cuantitativa y, por lo tanto, no cualitativa. Sino una igualdad que llamará geométrica o proporcional que dé a cada uno según su necesidad y que exija a cada uno según su capacidad. Ello no disminuía a ojos de la nobleza el escándalo de que gobernaran quienes no nacían destinados a hacerlo.

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