lunes, 24 de octubre de 2011

Ésa es otra lógica


Mulla Nasrudín visitó Calcuta y asistió a un mitin que daban unos trabajadores. Se le pidió que subiera al estrado y pronunciara algunas palabras. Accedió y dijo:
-Seamos claros, amigos. Aquellos que tengan dos fincas, que den una a los demás; los que posean dos casas, que entreguen una los otros; aquellos que tienen dos carros, que cedan uno a otras personas. Sin duda, así debe proceder un hombre solidario. Deben aprender, amigos, a compartir.
Entonces una persona que formaba parte del auditorio, se levantó y preguntó a Nasrudín:
-Camarada, tengo entendido que tiene dos burros, ¿es cierto?
-Ciertamente –repuso Nasrudín.
-¿Y por qué no le das a los demás uno de tus burros?
Y Nasrudín, con gesto adusto y de pocos amigos, replicó:
-¡Ésa es otra lógica!

El maestro dice: Cuando está en juego nuestro egoísmo, ¡ésa es otra lógica!

¡Feliz semana!

lunes, 17 de octubre de 2011

El hombre ocupado

Un hombre muy ocupado visitó a un sabio lama. Había oído que era un santo y tenía interés en conocerlo. El lama le aconsejó:
-Ya no eres joven, así que yo diría que es conveniente que comiences a interesarte un poco por la vida espiritual.
-Lo haría –replicó el hombre-, ¡pero estoy tan ocupado! Atiendo mis negocios, voy a reuniones de trabajo, asisto a fiestas sociales, charlo con colegas… ¡Estoy tan ocupado!
El lama repuso:
-Cuando te mueras, alguien dirá: “He aquí que ha muerto un hombre que supo llenar su vida de inútiles actividades. ¡Enhorabuena!”

El maestro dice: Llegará el día en que sólo contarás con la gema que hayas pulido dentro de ti. No hagas de tu vida una inútil actividad.

¡Feliz semana!

lunes, 4 de julio de 2011

El perro indeciso

A una y otra orilla de un caudaloso río había dos monasterios. Un perro dócil y entrañable para los monjes comía en uno y otro monasterio. Cuando sonaba la campana avisando para la comida de los monjes, el perro según estuviera en una u otra orilla del río, iba a uno u otro monasterio, donde le daban las sobras. Pero en una ocasión estaba bañándose en el río cuando oyó la campana del monasterio de la orilla derecha. Empezó a nadar hacia dicha orilla para ir a comer y entonces empezó a tañer la campana del monasterio de la orilla izquierda, lo que le hizo cambiar de rumbo e ir hacia el otro lado del río; pero ambas campanas seguían sonando. El perro empezó a reflexionar sobre qué clase de comida le apetecía más y no se decidía por una o por otra. Iba hacia un lado del río y luego hacia el otro, hasta que finalmente le faltaron las fuerzas, se hundió en las aguas y pereció.

El maestro dice: No dejes que la indecisión confunda tu mente, la ofusque y te termine por ahogar.

¡Feliz semana!

lunes, 27 de junio de 2011

La inteligencia del zorro

El zorro tiene fama de astuto; el camello es célebre por su capacidad para desarrollar trabajos pesados. Y en una ocasión una zorra contempló cómo un zorro corría desesperadamente.
-¿Qué te ocurre, amigo? –le preguntó la zorra.
Sin apenas aminorar la marcha, el zorro, preso del pánico, explicó:
-Un grupo de hombres están acopiando camellos para llevar a cabo unos trabajos pesados.
-Pero no seas bobo –repuso la zorra-, ¿acaso tienes tú algo que ver con los camellos, cuando ni tienes el menor parecido con ellos?
Y el zorro replicó:
-Siempre puede surgir algún intrigante que asegure que soy un camello y a ver entonces quién me libra del trabajo.

El maestro dice: La habilidad del ser humano para intrigar es un pozo sin fondo.

¡Feliz semana!

lunes, 6 de junio de 2011

La gota de miel

El maestro reunió a sus discípulos y les dijo:
-El apego nos hace sufrir, origina disputas aun entre los seres más queridos, nos hace aferrarnos y entrar en servidumbre. Es fuente de dolor y de división, de enemistad y competencia. Poned todo vuestro empeño en estableceros en el desapego. El apego siempre es apego.
Después de la charla, uno de los discípulos comenzó a pensar sobre el tema y a darle más y más vueltas. No terminaba de comprender que el apego no que todos los apegos fueran iguales. Confuso, acudió ante el maestro y le dijo:
-Me cuesta creer, señor, que todos los apegos sean iguales.
-Todos tienen en común la misma actitud mental –repuso con firmeza el maestro.
-Pero ¿por qué?
-Cierra los ojos y saca la lengua.
Así lo hizo el discípulo. El maestro le puso entonces una gota de miel en la boca.
-¿Qué es? –preguntó el maestro.
-Miel –contestó el discípulo, sorprendido.
-Pues bien, nadie puede tomar una gota de miel sin que le sepa dulce. El disfrute es el disfrute, cualquiera que sea el objeto que lo produzca, pero lo que sí es posible es cambiar la actitud ante el disfrute. Unos se apegan a la miel y otros se ejercitan para no hacerlo, pero la miel es dulce para todos.

El Maestro dice: Es el ego el que se apega y se recrea en el sentido de posesividad. Con una actitud de desapego y ecuanimidad, hay disfrute sin encadenamiento y sufrimiento sin mayor sufrimiento.

Reflexión: Al final de nuestra vida, ¿somos dueño de algo?, ¿acaso podemos llevarnos algo al morir? El apego como dice el texto es producto de las necesidades de nuestro ego de sentirnos dueño de algo, pero esto es totalmente ficticio.

¡Feliz semana!

lunes, 30 de mayo de 2011

La mente indestructible

“La felicidad se consigue domesticando la mente; sin domesticar la mente no es posible ser feliz.”
Tenzy

Los pensamientos y sentimientos no los podemos detener por voluntad propia, ellos acuden a la mente, lo importante no es dejarse arrastrar por ellos. Lo que debemos hacer es domesticarla, hacer de ella una herramienta y no nuestra ama.

Lograr que nuestra mente esté en su estado natural, y además domesticada; esta mente tendrá una luz nítida, una luminosidad fundamental. A esta mente le llamaremos la mente diamantina, o como el título de este artículo una mente indestructible, inmutable. En tu exterior puede estar pasando lo que esté pasando, pero tu mente estará clara y tranquila, esto nos permitirá actuar correctamente y no dominado por sentimientos pasajeros, como el odio.

Pura desde el principio y dotada de una naturaleza espontánea, esta mente diamantina es la base de todo desarrollo espiritual. La mente diamantina, aunque genera numerosas concepciones buenas y malas, como deseo, odio y perplejidad, está libre de la contaminación de estas corrupciones. En esta mente hallaremos, en su forma básica, las cualidades espirituales como la compasión y amor infinito.

¿Es posible lograrlo? Sí, pero recuerden algo, no es un destino sino un camino.

¡Feliz semana!

lunes, 23 de mayo de 2011

La Mente Natural

En la pasada entrega hablamos de la basura mental, es decir, todas esas cosas que pensamos y que a veces ni siquiera son reales a veces; por lo que invadimos nuestra mente de tanta información inútil, que luego vamos acumulando poco a poco hasta tener nuestra mente copada de tantas cosas que no le damos espacio para nada más.
En la película “Peaceful Warrior” hay una escena donde “Sócrates” lanza al Dan en un riachuelo desde un pequeño puente, cuando Dan le pregunta a “Sócrates” explicaciones, le dijo que le estaba vaciando su mente. Por supuesto, en el momento que va cayendo, no estaba pensando en nada, salvo en que se estaba cayendo. Con esto no le digo que se lance al de un puente para vaciar su mente, pero ese fue una manera rápida de hacerlo y tiene su sentido en la película.
Tenzin Gyatzo (Dalai Lama XIV) usa la meditación para lograr este vacío mental, o quizá, podamos llamarlo estado natural de la mente. Y es que nuestra mente en su estado tranquilo es diferente a como la tenemos mientras trabajamos, etc. Tenzin recomienda hacer meditación sobre todo en la mañana temprano al levantarse pues en ese momento hay menos distractores en nuestro ambiente, y nuestra mente está en su estado natural.
Veamos los pasos para esa meditación:
1. No pienses en lo que ha sucedido en el pasado ni en lo que podría suceder en el futuro.
2. Deja que la mente fluya, sin ningún pensamiento.
3. Observa la claridad luminosa de la mente.
4. Mantén esa experiencia durante un rato.

Próxima entrega: La mente indestructible

lunes, 9 de mayo de 2011

La Basura Mental

La mente es esencialmente luminosa y conocedora. ¿Recuerda cuando era niño y su preocupación más grande era tener la tarea lista? ¿Recuerda que tuviera algún problema emocional? Bueno, quizás sí, pero la magnitud es diferente cuando vamos avanzando en edad.
Sin embargo, esos problemas emocionales, tanto de antes como los de ahora, no forman parte esencial de la mente, y esas actitudes van deteriorando seriamente nuestra mente y en consecuencia nuestra manera de actuar.
Por ejemplo, la ira es un sentimiento de los más perjudiciales que hay, y si lo pensamos con cuidado enfadarnos es simplemente una frustración de nuestros deseos. Cuando odiamos es porque se establece en nuestra mente de que objeto (del odio) es nuestro enemigo y nosotros somos la víctima. Sin embargo, el odio no es fundamental en nuestra mente, y esto lo sabemos porque el odio es algo transitorio; es decir, nuestra mente no siempre está en ese estado.
Nuestra mente tiene un estado natural y no es la que el odio le provoca; el estado natural de nuestra mente es el que hemos ido forjando poco a poco con el pasar de los años, mientras más joven o muy viejo, por lo general el estado de la mente es más cercano a lo tranquilo. Sin embargo, los sentimientos como el odio, el rencor, etc. pueden provocar en nuestra mente estados indeseados. Hay personas que podrían pasar todo un día angustiados por lo que va a pasar, y hay otras que recuerdan cada detalle del pasado y por lo general mientras sea más doloroso el recuerdo más claro es para ellos. ¿Entonces? ¿Y que está pasando en nuestra vida ahora? ¿Si estamos recordando siempre o estamos pensando en las posibles cosas del futuro? Pues a esto me refiero con la basura mental.
Ahora que ya sabes que es la basura mental, ¿podrías identificar qué cosas de ese pasado recordado puedes desechar? ¿Qué cosas de las que imaginas en el futuro te hacen bien y cuáles no son tan buenas? ¿Puedes identificar esa basura?

La próxima semana veremos como personas como Dan Millman (autor de Peaceful Warrior) y Tenzin Gyatzo (Dalai Lama XIV) manejan su basura mental, porque todos tenemos basura mental, solo que la cantidad es lo que cambia.

lunes, 2 de mayo de 2011

El odio y el amor

Dos grandes fuerzas que mueven al hombre. Por odio una personas podría acabar con la vida de otra, incluso, por ejemplo para los Judíos la ley del ojo por ojo y diente por diente es totalmente válida. Jesús de Nazaret, judío rebelde del que todos sabemos al menos que existe les hizo un cambio fuerte a los judíos al decir que amara a sus enemigos. Los judíos lo habrán visto como un loco y yo creo que los mismos “cristianos” de hoy en día también lo verían con ojos extraños.

Por otro lado el amor, pienso que todos lo conocemos sobre todo a nivel familiar y de pareja; el amor a los padres, a los hermanos, primos y demás familiares. Luego, si se casa y tiene hijos, pues el amor a la pareja y a los hijos, etc., etc.

Sin embargo, la visión de amor del monje Tenzin Gyatzo -decimocuarto Dalai Lama-, está muy compenetrada con la compasión y el interés por los demás. Quizá sea una visión similar a la de Jesús, aunque menos radical.

Para Gyatzo el amor, la compasión y el interés por los demás son verdaderas fuentes de felicidad. Si se tienen, no nos afectarán ni las circunstancias más incómodas. Pero si alimentas el odio no serás feliz aunque estés rodeado de lujos.

Ciertamente el odio nos hace perder la razón, la ira destruye, desde adentro y luego nuestro entorno. Las actitudes contraproducentes no surgen por sí solas sino por culpa de nuestra ignorancia. De la disciplina, la conciencia y la compasión clara de los efectos negativos de la ira y los efectos de la bondad surgirá la paz.

Todas las religiones transmiten mensajes de amor, compasión, sinceridad y honestidad. Cada sistema busca su propia manera de mejorar la vida de todos nosotros. No obstante, si damos demasiada importancia a nuestra filosofía, religión o teoría, si nos apegamos demasiado a ella e intentamos imponérsela a otras personas, surgirá el conflicto.

Actuar llevados por la compasión y el amor, respetar los derechos de los demás: he ahí la auténtica religión. Estas palabras de Gyatzo son tan fuertes, tan poderosas y tan piadosas a la vez que parecen sacadas de un cuento de hadas, pero en verdad él las lleva a la práctica. Es un ejemplo viviente de cómo hacer esas cosas.

Ahora, pero nosotros cómo hacemos, por dónde empezamos a crear más amor a nuestro alrededor, pues primero que todos debemos comenzar con nosotros mismos, para luego ir a nuestro entorno e ir poco a poco agrandando nuestro circulo.

Termino con un último pensamiento de Gyatzo: Esta es mi religión, una religión sencilla que no necesita templos ni complejas filosofías. Tu propia mente, tu propio corazón, es el templo; tu filosofía, la simple bondad.
Feliz semana!

lunes, 25 de abril de 2011

La duda liberadora

Era un buscador de otras realidades. Había vagado por muchos reinos y llegó a un santuario tibetano en el que habitaba un recio ermitaño. Era un lugar espléndido para la reflexión y le pidió al ermitaño permiso para quedarse ahí unos días.
-Haz como te venga la gana –dijo el ermitaño sin demostrar ninguna simpatía.
Unos días después, el buscador se sentó junto al ermitaño. Reinaba un silencio perfecto. El aire era puro. Ermitaño y buscador se miraron. El ermitaño intimidaba con su reciedumbre al buscador, pero éste se atrevió a preguntar:
-¿Cómo soy yo?
-Como una vaca –repuso el ermitaño.
El buscador se quedó atónito. La comparación lo dejaba muy sorprendido.
-No te asombres –dijo el ermitaño, contemplando su reacción-. ¿Acaso no comes?
-Sí lo hago.
-También una vaca. Y dime, ¿no duermes?
-Sí, todos los días.
-Como una vaca. ¿Y no defecas?
-Lo hago.
-Como una vaca. O sea, ya lo ves, eres como una vaca.
Entonces el buscador replicó:
-No lo creo.
-Ésa es la diferencia –dijo entonces el ermitaño-. Que tú dudas y la vaca no. Si tu duda es inteligente y te ayuda a investigar la última realidad y hacerse uno con ella, entonces dejarás de ser como una vaca. De otro modo, amigo mío, tú y la vaca sois iguales… aunque las vacas suelen ser más pacíficas que los humanos.

El Maestro dice: Depende de ti ser como una vaca o darle un significado liberador a tu existencia. Pero si sólo te quedas siendo como una vaca, al menos sé pacífico y noble como ella. ¿Qué menos se puede pedir?

Este texto se extrajo del libro Antología de cuentos de la India y Tíbet, recopilación hecha por Ramiro Calle.

* * *

Cuando dudamos vivimos plenamente, la duda nos puede sacar de estados de ensimismamiento no sanos, es bueno pensar y darle sentido a las cosas, pero si algo no le parece adecuado dude, y si puede preguntar mejor.
Muchas personas se meten en problemas porque asumen algunas cosas, a veces es mejor dudar, y dudar y volver a dudar. ¿Suena fastidioso? Y si puede preguntar pregunte, lo peor que puede pasar es que no le respondan.

lunes, 18 de abril de 2011

El león

En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas espejadas para calmar su sed y, al acercarse a ellas y pensó: “¡Vaya!, este lago debe ser de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él”. Atemorizado se retiró de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó a las mismas. Allí estaba otra vez el “león”. ¿Qué hacer? La sed lo devoraba y no había otro lago cercano. Retrocedió. Unos minutos después volvió a intentarlo y, al ver al “león”, abrió sus fauces amenazadoramente, pero al comprobar que el otro “león” hacía lo mismo, sintió terror. Pero la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediese. Así lo hizo. Y al meter la cabeza en el agua, ¡el “león” desapareció!

El Maestro dice: “Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen. No dejes que tu imaginación descontrolada usurpe el lugar de la realidad ni te pierdas en las creaciones y reflejos de tu propia mente”.

Este texto se extrajo del libro Antología de cuentos de la India y Tíbet, recopilación hecha por Ramillo Calle.

El miedo es muy poderoso, tanto que puede hacer que las personas se enfermen psicológicamente y físicamente hablando; es triste saber de personas que llevan su vida según los dictámenes del miedo. Analizando un poco el cuento, nos damos cuenta que el león se decide a realizar la acción de tomar agua porque tal era su NECESIDAD que tenía que hacer algo.

Dicen que la necesidad es la madre de todos los inventos, y efectivamente, cuando uno necesita realmente algo hace todo lo posible por salir adelante para obtenerlo, sea como sea. Pero, ¿podríamos llegar a actuar tan natural que no sea la necesidad la que nos arrastre por la vida para hacer las cosas? ¿Podríamos simplemente decidir libremente hacer o no hacer sin vernos atrapados entre la necesidad y el miedo? Parece una tarea difícil o imposible, pero con algo de disciplina pienso que lo podríamos lograr.

El miedo generalmente es un espejismo, corresponde a las suposiciones que construimos en nuestras mentes, y a veces es tan poderoso que nos hace crear cadenas de razonamientos lógicos para convencernos que las cosas son como nos la imaginamos.

Una encuesta hecha por Michael Fitzgibbon en su libro “cómo vencer sus miedos y angustias” comenta que las siguientes situaciones generan miedo en las personas:
1. Cuando me encuentro delante de una mujer.
2. Cuando debo andar y me miran.
3. Cuando he de despedirme, ponerme en pie y salir.
4. Cuando he de comer delante de otros en un banquete.
5. Cuando debo hablar, incluso cuando se trate de una banalidad.
6. Cuando he de oponer mi opinión a la de otra persona.
7. Cuando llamo la atención y siento las miradas sobre mí.
8. Cuando me tratan con ironía.

Y ¿ante cuál situación sientes tú miedo?

lunes, 11 de abril de 2011

Corazón versus Razón

"¡Yo la(o) amo! No importa lo demás." ¿Cuántas veces ha escuchado o ha dicho esa frase? Pues, yo me confieso culpable de haberla dicho, pocas veces, pero la he dicho; sin embargo, con el correr del tiempo y las experiencias me he dado cuenta de que lo importante no está en enfrentar a estos dos grandes titanes, sino más bien equilibrarlos, al estilo de Yin y Yang (conceptos taoístas que tocaremos en el blog de Las Religiones del Mundo próximamente).

El corazón gobierna los sentimientos, en particular el amor que es el que nos compete en este escrito; y el amor puede mover nuestra vida de una manera increíble, tanto para bien como para mal.

La razón por su parte gobierna nuestro mundo interior racional, nuestros pensamientos. Pero cuando el amor invade la mente con pensamientos acerca del ser amado comienzan los conflictos. A veces se puede generar un montón de información incoherente impresionante acerca de posibles escenarios en donde se ve usted con el ser amado, ya sea en un escenario feliz o uno triste.

Ahora bien, establezcamos primero qué es el amor. El amor es un acto de fe. Sí, un acto de fe, porque lo primero que le atrae de una persona es su apariencia, y por supuesto la apariencia no lo es todo. Luego, poco a poco se comienza a conocer y a ver su forma de ser, de modo que a la final se puede tener una visión integral de la persona, más no necesariamente completa. Sin embargo, siempre puede haber sorpresas, nunca se puede estar ciento por ciento seguro.

Decía Karol Wojtyla que la fe y la razón son las alas que nos llevan a la Verdad, por supuesto, él habla de Dios como Verdad, por eso está en mayúscula. Fíjense que él quizá ha sido el único Papa que habla en estos términos, y tomando esa idea y con la afirmación de que el amor es un acto de fe, podrías decir que “el amor” y “la razón” nos llevan al Amor. Fíjense que puse amor con minúscula al principio de la frase, para referirme a ese sentimiento nuestro interior, y luego con Mayúscula, relacionándolo con Dios también. Así lo creían los griegos y lo llamaban Eros, y así lo creen los cristianos también.

Si el amor y la razón se combinan en armonía, quizás podríamos estar ante un Amor Verdadero. Un equilibrio entre amor y razón nos podría dar la tranquilidad de amar sinceramente sin pensamientos encontrados, ¿será esto una utopía? o ¿será posible?

lunes, 4 de abril de 2011

¿Por qué "El Colibrí"?

Este blog está inspirado en una canción del Sr. Alejandro García, mejor conocido como Virulo, humorista cubano y que compuso esta maravillosa canción:

Yo conoci una vez a un colibrí
que estornudaba con las flores
se intoxicaba cuando iba al jardín
y le mareaban sus olores
azucenas y vicarias
le causaban urticarias
los jazmines y azares
problemas estomacales.

Al colibri de tanto estornudar
se le puso el piquito rojo
no pudo más y decidio emigrar
con una lagrima en los ojos
hizo un día sus maletas
y se fue de las violetas
de su colibrí mamá
a vivir a la ciudad
en un departamento
gris y todo de cemento.

El colibrí dejo de estornudar
pero ahora andaba deprimido
volando solo por una ciudad
sin ningún rostro conocido
una vida sin colores
sin jardines y sin flores
el creyo que se moría
cuando entro a una librería,
el colibrí de pronto imagino
que era los libros como flores
de muchos pétalos y se asomó
a un mundo lleno colores
y volo hasta el horizonte
por praderas y por montes
y las flores al pasar
no lo hacian estornudar
y tanto pudo ver
que quiso y aprendio a leer.

Entre los libros iba el colibrí
con su piquito investigando
sin darse cuenta como en un jardín
los textos fue polinizando
y cruzo la geografía
con la trigonometría
luego la filosofía
la lleno de poesía,
nacieron libros como en una visión
distinta del conocimiento
se coloreaba la imaginación
y florecia el pensamiento
todo se iba intercambiando
y la vida transformando
y la gente que leía
poco a poco comprendía
y el mundo fue feliz
¡y todo por un colibrí¡


Nota final: A polinizar esos textos se ha dicho!
Feliz inicio de semana.