jueves, 17 de septiembre de 2020

Tomás de Aquino - camino a la santidad


El camino de Tomás hacia la santidad no careció de obstáculos. Ante todo, durante su camino para ingresar en el monasterio, dos de sus hermanos saltaron de entre unos arbustos y lo raptaron, para hacerlo luego prisionero en un castillo y ofrecerle toda clase de tentaciones. 

Aún peor, en 1277 el arzobispo de París intentó que Tomás fuera condenado formalmente por hereje. Pasar de herético en 1277 a santo en 1323 constituye toda una resurrección…

¿Pero cuál fue el verdadero Tomás?

De todas las obras principales de Tomás, ninguna lo es tanto como su Summa Theologica, o «compendio de teología». Se trata de un verdadero magnum opus, y consiste en más de 518 preguntas y 2652 respuestas. El Doctor Angélico trabajó en ella durante siete años, entre 1266 y 1273. 

La Summa está escrita, según el estilo de los tiempos, en forma de «disputas». A la gente del Medioevo, y no sólo a sus filósofos, les encantaban estas disputas formales (conocidas como obligationes) en las que los oponentes estaban obligados a asentir, disentir o bien a dudar de las afirmaciones planteadas. El primero que se contradecía a sí mismo perdía.

Una celebrada disputa involucraba la teoría de Aristóteles que plantea que los objetos similares a las lanzas caen sin remedio directamente al suelo cuando son arrojados debido a la presión del aire, que los empuja en su trayectoria. En este caso, se consideró que el aristotélico había perdido cuando tuvo que considerar si afilar la punta de la lanza ocasionaría alguna diferencia. Pero, para Aquino, ésta era tan sólo una cuestión trivial. La primera disputa de la Summa Theologica trata, en cambio, de la naturaleza de la teología, mientras que la segunda discurre sobre la existencia de Dios.

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