viernes, 3 de mayo de 2019

Reversible


Siempre quise una chaqueta reversible, hasta que vi lo que hizo una con mi amiga Nicole. Hace como un mes el papá de Nicole le regaló aquella chaqueta por su cumpleaños. Yo estaba con ella cuando pasó la primera vez. Nicole es una muchacha tierna y tranquila, pero luego que se puso la chaqueta por el lado oscuro comenzó a comportarse de manera extraña. Me decía cosas, bueno, que hiciéramos cosas. Yo no le hacía mucho caso y buscaba quitarle la chaqueta. Y cuando ya no la tenía puesta era ella, la de siempre. Otro día temprano pasé por su casa para ir a la escuela. Y le vi la chaqueta puesta, pero por el lado claro. Era ella, como normalmente era. Sin embargo,  una que otra vez me decía alguna cosa. He llegado a creer que la chaqueta la posee cuando se la pone por el lado oscuro. Un día en casa de Nicole decidí probarme la chaqueta a ver si me ocurría algo. La inspeccione detenidamente. Vi el lado claro y el oscuro. No vi nada fuera de lo común.  En eso entró Nicole y me agarró con su chaqueta en la mano, me dijo: ¡suéltala!, o te arrepentirás. Le dije lo que pensaba de la chaqueta, pero no me hizo caso. Le dije: póntela por el lado claro. Así lo hizo, luego volteó a donde yo estaba y con una pícara mirada me dijo: ya no importa el lado en el que me la ponga.


Cuentos cortos 2018
Leopoldo Avendaño 

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