viernes, 17 de mayo de 2019

Estar pendiente


Me encontraba conmigo en medio de mis cavilaciones, y de pronto vi como un gato corría detrás de un ratón. Tom y Jerry, pensé y sonreí. El ratón se escondía en la ranura de la pared, construida por él mismo. El gato, ¿se llamará Tom?, se quedó muy quieto afuera esperando. Quedó pendiente de atrapar a su presa, me dije. Así como un hombre está pendiente con una mujer. -¿Cómo se dirá “estar pendiente” en inglés? Tomé el teclado y tipie. El resultado: “be pending”. No vale, ese no es. Pensé: aquí estar pendiente es más estar alerta. Busqué. “Be alert” me arrojó el traductor. Alerta si puede ser más cercano al significado que estoy buscando. Estar pendiente es estar alerta. Como cuando le dije a mi mujer que aquel tipo estaba pendiente con ella. Me decía “no vale, esas son cosas tuyas”. Vi el gato de nuevo, movía la cola a un ritmo. Sigue pendiente. Sigue alerta. El ratón asomó lo bigotes y la nariz. El gato movía más rápido la cola. Sí, le dije a mi mujer. Ese hombre está pendiente de ti, lo que no le expliqué fue este concepto que acaba de deducir, o crear, realmente no sé. Pero, si debe estar alerta. ¡Vaya! Eso no se lo dije. El ratón se asomó un poco más y el gato saltó de donde estaba pendiente y se abalanzó sobre él, pero falló, el ratón escapó.  Me levanté y desperté a mi mujer.

Cuentos cortos 2018
Leopoldo Avendaño Flores


No hay comentarios:

Publicar un comentario