viernes, 31 de marzo de 2017

La pasión del número siete

La actriz francesa Sarah Bernhardt sabía declamar con tal pasión que a muchos sitios que iba le pedían que recitara algún poema.
En una oportunidad en que se hallaba en San Petersburgo, Rusia, la Bernhardt tuvo varias representaciones tan exitosas que, al término de las mismas, era agasajada por su público con copiosas cenas de gala.
Una de esas noches, cuando la cena llegó a su final, le pidieron que recitara y ella declamó un texto en francés que emocionó a todos los presentes, aunque ninguno entendió lo que había dicho.
Su tono de voz y sus inflexiones, así como las expresiones de su rostro conmovieron a sus anfitriones hasta las lágrimas e hizo que le prodigaran un aplauso que duró varios minutos.
Un periodista que se hallaba presente le pidió que le entregara el texto original del poema que acababa de recitar, pero la actriz le dijo que no podía hacerlo.
-      ¿Por qué? –preguntó el reportero, asombrado.
-      Porque –respondió Sara Bernhardt-, aunque nadie se haya dado cuenta, lo que recité fue la tabla de multiplicar. La del siete, que es mi número favorito.


¡Feliz viernes y feliz fin de semana!

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