lunes, 29 de octubre de 2012

Los tres tesoros de Lao Tzu – primera parte


Poema 67 del Tao Te Ching:
Tengo tres tesoros…
El primero se llama amor.

Poema 78:
Las cosas más débiles del mundo pueden vencer a las más fuertes del mundo. Nada en el mundo es comparable con la naturaleza endeble y blanda del agua; sin embargo, para atacar a lo duro y fuerte nada mejor que el agua. Lo débil puede vencer lo fuerte y lo blando puede vencer a lo duro. Esto lo sabe todo el mundo pero no lo practica.

Como indica Lao Tzu en su poema 67 el amor es su primer tesoro, y los otros dos son:
  • Moderación.
  • No aventurarse a adelantarse al mundo.
Como el amor quizá podría ser el más complejo de estos tres tesoros, veamos primero de que se trata los otros dos.

El segundo tesoro, la moderación, se trata de abstenerse al despilfarro, la extravagancia y la opulencia. No significa convertirse en ermitaño y renunciar a todos tus bienes para vivir en una cueva tomando una taza de arroz al día.  La moderación trata más del equilibrio, no consentimiento excesivo ni austera negación. La moderación es una antigua clave de la serenidad, promovida por varios grandes personajes de la historia:
ü  Lao Tzu y Confuncio en China.
ü  Buda en la India.
ü  Aristóteles en Grecia.
Cada uno lo nombro a su manera, Buda, el Camino Medio; Aristóteles, Aurea Mediocritas. Para los taoístas la moderación es sentido común, es mantener el equilibrio en todo en la vida, en cuánto comes, bebes, duermes, trabajas, gastas, etc.

El tercer tesoro, no aventurarse a adelantarse al mundo, da la impresión de estar reñido con la idea occidental del rebelde, el inconformista, el atípico, el innovador, el inventor, el individualista, en sí, en la persona que se atreve a hacer las cosas a su manera porque siente el impuso de ser diferente. Pero en realidad no existe conflicto alguno.
 A menudo se cita a Ralph Waldo Emerson atribuyéndole la siguiente frase: “Construye una ratonera mejor, y el mundo abrirá un sendero hasta tu puerta”, pero lo que realmente escribió fue: “Si un hombre tiene buen maíz, buena madera, tablones o cerdos para vender, o si sabe hacer mejores sillas, cuchillos, crisoles u órganos de iglesia mejor que cualquier otro hombre, encontrará un ancho y firme camino hasta su casa, aunque viva en medio del bosque.”
Fíjate lo que dice Emerson: si sabes hacer algo realmente bien, claramente mejor que los demás, el mundo te descubrirá. No tienes que ser vanidoso o arrogante ni es necesario que des publicidad; haz bien lo que haces y la gente te descubrirá e ira en tu busca. Y eso te convertirá en una persona más feliz.

Las ideas principales de este texto se tomaron del libro El Poder del TAO (de Lou Marinoff, autor de Más Platón y Menos Prozac) Capítulo 7.

Feliz semana.

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