viernes, 17 de enero de 2020

Alejandro Magno

Alejandro Magno (356-323 a. C.) nació en Macedonia, un reino montañoso en el norte de Grecia, y fue educado por el famoso maestro ateniense Aristóteles. Su padre, el rey Filipo II, había enriquecido su reino con las ciudades-estado griegas, incluida Atenas. Alejandro heredó la corona a los 20 años, al ser asesinado su padre en un teatro.   Como rey, Alejandro sobrepasó a su padre en tanto que artífice de una increíble sucesión de conquistas. Creó un imperio sobre la mayor parte del mundo mediterráneo de su tiempo, sometiendo a sus ejércitos, a partir de Macedonia, Grecia, Siria, Egipto, Mesopotamia y Persia. En 330 a. C., seis años después de acceder al trono, derrotó a Darío, el rey de Persia. Con el tiempo, extendería su imperio hasta India.

Su reinado acabó de forma abrupta al morir en Babilonia a los 33 años de edad. El imperio que había creado se lo repartieron sus oficiales, pero siguió en pie durante cientos de años hasta ser conquistado por los romanos. 
En su avance, Alejandro y sus tropas se toparon con nuevas civilizaciones de costumbres diferentes. En lugar de destruir sus culturas, los griegos las absorbieron. Así emergió una nueva cultura híbrida, conocida como helenismo. 

Por primera vez en la historia, una gran parte del sureste de Europa y de Oriente Próximo compartían lengua y base cultural. El griego continuó siendo la lengua franca del mundo antiguo durante siglos; los libros del Nuevo Testamento se escribieron en este idioma. El fermento cultural que extendieron las tropas de Alejandro continúa siendo tal vez su legado más importante a la posteridad. Alejandro sigue despertando un gran interés hoy en día. 
Los historiadores contemporáneos han continuado investigando sobre su despiadada forma de dirigir sus ejércitos, su amor por los caballos, sus estudios filosóficos e incluso, más recientemente, su orientación sexual. 

OTROS DATOS DE INTERÉS:
1. De niño, Alejandro estaba descontento con las conquistas de su padre. Según cuenta Plutarco, le entristecía que cada vez hubiera menos reinos que conquistar para cuando él llegara a rey. 

2. Tras dominar Egipto, fundó la ciudad de Alejandría en la costa mediterránea. Es tan sólo una de las decenas de ciudades a las que puso su nombre. Pero en ella construyeron los griegos una gigantesca biblioteca para albergar miles de pergaminos, que ardería siglo después reduciendo a cenizas un enorme acopio de conocimiento sobre el mundo antiguo. 

3. Alejandro fue un cazador insaciable; según se afirma, abatió 4000 animales, incluidos leones, durante una sola cacería en lo que hoy en día es Uzbekistán. Los antiguos griegos usaban para estas lides lanzas, redes y poco más.

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