viernes, 3 de febrero de 2012

Dos sillas

Cuando el tenor italiano Luciano Pavarotti concluyó sus estudios de secundaria, terminó también el curso de canto que había tomado y se encontró ante la disyuntiva de seguir estudios universitarios o dedicarse por entero a la música.
Entonces para tomar una decisión, habló con su padre –panadero de oficio-, quien le dio el siguiente consejo:
-Luciano, si tratas de sentarte en dos sillas a la vez, caerás al suelo entre ambas. Para todo en la vida, debes elegir una sola.
Y cuenta el gran tenor que le hizo caso a su padre y que, en efecto, se sentó en una silla.
Así fue como tuvo que pasar siete años de estudio y frustración para su debut profesional, y luego otros siete años para presentarse en el Metropolitan Opera de Nueva York. Dice Luciano: “Hoy día pienso que, trátese de colocar ladrillos o de escribir un libro, debemos entregarnos a ellos en cuerpo y alma, y, en el caso de tener dos sillas para sentarnos, debemos elegir una sola.

***
Totalmente de acuerdo con Luciano, hay que entregarse en cuerpo y alma a lo que se hace, de modo de poder concentrar toda nuestra energía y sabiduría en lo que nos hemos propuesto en la vida. Sea lo que sea que queramos hacer.
Siempre las disyuntivas pueden dejarnos paralizados, y aunque queramos que el tiempo se detenga para poder decidir, el tiempo sigue adelante y nos podemos quedar viendo pasar las cosas. Elegir una silla siempre será la mejor opción, no elegir y dejar que el “destino” se encargue no se si sea buena idea. Sin embargo, a veces si es bueno esperar un poco antes de tomar la decisión, lo importante es tomarla.

¡Feliz fin de semana!

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