Los fundamentos de la moral humana no
pueden darse por sentados: cada generación tiene que renovarlos. Los siguientes
ejemplos sirven para subrayar cómo se pueden y deben crear causas virtuosas,
incluso —y sobre todo— a partir de las circunstancias más espantosas.
A lo largo de la historia es algo que
ocurre una y otra vez, tanto en Oriente como en Occidente, se han escrito obras
restaurativas como respuesta a crisis extremas.
- Laozi escribió el Tao Te King durante el período de los Estados Guerreros (475-221 a. C.).
- Platón escribió La República después de la Guerra del Peloponeso.
- San Agustín escribió Ciudad de Dios tras el saqueo de Roma.
- Thomas Hobbes escribió el Leviatán durante la Guerra Civil inglesa.
- Gandhi escribió Reflexiones sobre la verdad después de la lucha por la autonomía de la India.
- Camus escribió La peste tras la ocupación nazi de Europa.
- Daisaku Ikeda y Gorbachov publicaron Moral Lessons of the Twentieth Century [Lecciones morales del siglo XX] cuando terminó la Guerra Fría.
Hoy y en todas las épocas, señalar la
forma correcta y humana de vivir puede significar una lucha de vida o muerte.
Es un principio inexorable que se observa en todo lugar o momento de la
historia. El filósofo romano Cicerón escribe que la equidad, la templanza, la
fortaleza, la prudencia y todas las virtudes libran una contienda contra la
injusticia, la lujuria, la indolencia, la precipitación y todos los vicios; así
pues, la abundancia lucha contra la pobreza; los buenos planes, contra los
torpes designios; la sabiduría, contra la insensatez, y la esperanza bien
fundada, contra la desesperanza universal.
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¡Feliz martes!
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