Al filósofo Ikeda le preguntaron: ¿Cómo
interpreta la virtud el budismo?
Ikeda: “Un ejemplo serían las cuatro
virtudes representativas de los bodhisattvas y budas: eternidad, felicidad,
verdadera identidad y pureza.
- La eternidad se refiere a la presencia constante de la naturaleza de Buda inherente a todos los seres.
- La felicidad es la capacidad de disfrutar de la existencia con rebosante vitalidad.
- La verdadera identidad es la construcción de un yo superior, firme e indestructible, que trascienda los aspectos relativos y limitados del yo inferior.
- La pureza es la disposición pura y clara hacia el bien, aun en un mundo contaminado e impuro.
- El budismo no es una teoría abstracta. La finalidad de la práctica budista es establecer una identidad que pueda mantenerse imperturbable y sólida”.
Notemos que para el filósofo budista
Ikeda cuatro son las virtudes necesarias para considerar a un hombre virtuoso.
Como hemos ido publicando, no han sido pocos los filósofos que se han
preocupado por este tema de la virtud en el hombre, y es que justamente ser
virtuoso en un mundo tan contaminado como el nuestro se ha vuelto cada vez más
difícil, imposible no, pero si algo cuesta arriba. De todas las virtudes que
menciona (eternidad, felicidad, verdadera identidad y pureza) considero que la
más importante es la “verdadera identidad” ya que si logramos construir un
mejor yo cada día, podemos llegar a hacer un ser imperturbable, es decir, que
ninguna situación nos va a inmutar, siempre nos mantendríamos firme en nuestros
preceptos, lo cual a la final se traduce en tranquilidad y una mente más clara
a la hora de tomar decisiones.
¡Feliz viernes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario