Platón intento llevar sus ideas a la práctica y convertirse en protagonista político. Hizo tres viajes a Siracusa. En el primero gobernaba el tirano Dionisio I y Platón pretendió, sin éxito, constituirse en su consejero. En el segundo y tercer viaje, ya muerto Dionisio I, estaba en el trono su hijo Dionisio II, y Platón pensó que quizás el hijo fuese más maleable que el padre, e intentó aconsejar al novel tirano para dirigirle en lo él creía era la senda de la justicia. Platón presentó un proyecto de constitución, que fue desechado por Dionisio II, aconsejó la organización de una confederación de ciudades contra la amenaza de Cartago, que jamás fue instrumentada, y requirió la amnistía para los opositores políticos de Dionisio, la que fue desestimada.
Como no podía ser de otra manera, el experimento fue una absoluto fracaso y Platón tuvo que volverse a Atenas ya no derrotado como político, sino para salvar su vida, porque Dionisio se reveló más tirano que filósofo en cuanto empezó a ejercer el poder.
Feliz sábado.
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