Desde pequeño, generalmente, nos inculcan el respeto a
los mayores, nos dicen cosas como: respeta a tu mamá, a tu papá, a tu abuela, a
tu abuelo y un largo etcétera, ya que como somos pequeños entonces pues
prácticamente le debemos respeto al mundo entero. Sin embargo, a veces no nos
inculcan el respeto a nuestros pares, es decir, a nuestros compañeros de clase,
o de la natación o del fútbol y otro largo etcétera dependiendo de las
disciplinas a las que nos guste participar. Este respecto hacía nuestro iguales
se va aprendiendo fácilmente en el deporte, ya que hay reglas claras que impide
que una persona lastime a otra y no quede impune. Pero, aun en estos términos
hay personas que no respetan, tal fue el caso en donde estudié, un compañero de
un año anterior cada vez que me veía se metía conmigo, verbalmente en algunas ocasiones
y en otras físicamente. En general, podría decirse que yo era un joven
tranquilo, no me metía en peleas y hacía mi tarea; sin embargo, este individuo continuaba
metiéndose conmigo sin razón aparente, hasta que un día no se le ocurrió otra
brillante idea de lanzarme un pedazo de papel aluminio que había transformado
en una pequeña pelota compacta. Ese día, me voltee y al verlo reír me dio un
coraje supremo que agarre y los perseguí por todo el patio del colegio y cuando
lo alcancé lo pateé con fuerza y le dije: ¡basta! Y desde ese día no se metió
más conmigo.
Cuando Nelson Mandela estuvo preso se esforzó en convencer
a los presos de, en el fondo, todos los guardias eran seres humanos
vulnerables, que era el sistema que habían convertido a muchos de ellos en
animales. Pero no quería decir que, cuando la ocasión lo exigía, Mandela no
supiera defender activamente sus derechos. La única vez en la isla que un
guardia estuvo a punto de golpearlo, Mandela, abogado y boxeador, se mantuvo
firme y le dijo: “Como me ponga una mano encima, lo llevaré ante el más alto
tribunal del país. Y, cuando acabe con usted, será tan pobre como una rata”. El
guardia refunfuñó y gruñó, pero no le pegó y se alejó humillado.
Feliz jueves.
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