Me encontraba conmigo en
medio de mis cavilaciones, y de pronto vi como un gato corría detrás de un
ratón. Tom y Jerry, pensé y sonreí. El ratón se escondía en la ranura de la
pared, construida por él mismo. El gato, ¿se llamará Tom?, se quedó muy quieto
afuera esperando. Quedó pendiente de atrapar a su presa, me dije. Así como un
hombre está pendiente con una mujer. -¿Cómo se dirá “estar pendiente” en
inglés? Tomé el teclado y tipie. El resultado: “be pending”. No vale, ese no es.
Pensé: aquí estar pendiente es más estar alerta. Busqué. “Be alert” me arrojó
el traductor. Alerta si puede ser más cercano al significado que estoy
buscando. Estar pendiente es estar alerta. Como cuando le dije a mi mujer que
aquel tipo estaba pendiente con ella. Me decía “no vale, esas son cosas tuyas”.
Vi el gato de nuevo, movía la cola a un ritmo. Sigue pendiente. Sigue alerta.
El ratón asomó lo bigotes y la nariz. El gato movía más rápido la cola. Sí, le
dije a mi mujer. Ese hombre está pendiente de ti, lo que no le expliqué fue
este concepto que acaba de deducir, o crear, realmente no sé. Pero, si debe
estar alerta. ¡Vaya! Eso no se lo dije. El ratón se asomó un poco más y el gato
saltó de donde estaba pendiente y se abalanzó sobre él, pero falló, el ratón
escapó. Me levanté y desperté a mi
mujer.
Cuentos cortos 2018
Leopoldo Avendaño Flores
Cuentos cortos 2018
Leopoldo Avendaño Flores
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