Se cuenta que, a mediados de los años cincuenta de
siglo antepasado, un fabricante de zapatos inglés mandó a Kenya a dos de sus
vendedores, con la idea de ver qué posibilidades había en ese país africano de ampliar el
mercado de su empresa.
Quince días después, recibió dos telegramas urgentes,
enviados desde diferentes regiones de Kenya pos sus dos vendedores.
El primero que leyó decía así:
“Favor enviar boleto de regreso. Aquí no se pueden
vender zapatos. Todos andan descalzos”.
En cambio, el otro telegrama decía lo siguiente:
“Favor enviar cien mil pares de zapatos, de todas las
tallas. Aquí se pueden vender muchos zapatos: todo el mundo anda descalzo”.
Feliz jueves.
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