Hay que despertar la mente para que reciba la iluminación. Las culturas que nublan la conciencia con televisión, videojuegos, realidades virtuales y drogas de diseño están poniendo a la gente a dormir en lugar de despertar en ellas los poderes latentes de la mente."
Es decir, hoy en día se están creando o criando a una nueva raza zombie que actúa de manera monótona a conseguir una sola cosa: dinero. Y por qué afirmo esto, porque básicamente esto es lo que nos van enseñando poco a poco en las diferentes publicidades, donde nos muestran estilos de vida excesivos con millones de objetos alrededor pero a la vez vidas monótonas y vacías.
Igualmente, a través de la televisión nos hacen creer que eso es vida que tener mucho dinero nos dará la felicidad instantánea que tanto buscamos.
Cuando en la realidad la felicidad es una búsqueda permanente de nosotros mismos, de nuestro yo pleno, no aquel ego que nos mencionan en la psicología. Un ego y un no-ego, es decir, un todo en nosotros mismos.
Es en estos menesteres que la filosofía debe plantear teorías que puedan ser llevadas a la práctiva, de lo contrario las personas se desentienden de esto, como afirma Ikeda a Marinoff: “Desde luego, la teoría es importante... Pero paralelamente, si la filosofía no inspira a la gente ni se articula con los problemas reales de la vida cotidiana, las teorías y los sistemas de pensamiento no sirven de mucho.”
Apaguen su TV, tome un libro que lo ponga a pensar, a imaginar, a analizar y salgamos de esta monotonía diaria que nos vende que “ser feliz” viene en un frasco en polvo que al mezclar con agua nos da una felicidad instantánea.
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