Poema 67 del Tao Te Ching:
Tengo tres tesoros…
El primero se llama amor.
Poema 78:
Las cosas más débiles del mundo pueden
vencer a las más fuertes del mundo. Nada en el mundo es comparable con la
naturaleza endeble y blanda del agua; sin embargo, para atacar a lo duro y
fuerte nada mejor que el agua. Lo débil puede vencer lo fuerte y lo blando
puede vencer a lo duro. Esto lo sabe todo el mundo pero no lo practica.
Como indica Lao Tzu en su poema 67 el amor es su
primer tesoro, y los otros dos son:
- Moderación.
- No aventurarse a adelantarse al mundo.
Como el amor quizá podría ser el más complejo de estos
tres tesoros, veamos primero de que se trata los otros dos.
El segundo tesoro, la moderación, se trata de abstenerse
al despilfarro, la extravagancia y la opulencia. No significa convertirse en ermitaño
y renunciar a todos tus bienes para vivir en una cueva tomando una taza de
arroz al día. La moderación trata más
del equilibrio, no consentimiento excesivo ni austera negación. La moderación
es una antigua clave de la serenidad, promovida por varios grandes personajes
de la historia:
ü Lao Tzu y Confuncio en China.
ü Buda en la India.
ü Aristóteles en Grecia.
Cada uno lo nombro a su manera, Buda, el Camino Medio;
Aristóteles, Aurea Mediocritas. Para los taoístas la moderación es sentido
común, es mantener el equilibrio en todo en la vida, en cuánto comes, bebes,
duermes, trabajas, gastas, etc.
El tercer tesoro, no aventurarse a adelantarse al
mundo, da la impresión de estar reñido con la idea occidental del rebelde, el
inconformista, el atípico, el innovador, el inventor, el individualista, en sí,
en la persona que se atreve a hacer las cosas a su manera porque siente el
impuso de ser diferente. Pero en realidad no existe conflicto alguno.
A menudo se
cita a Ralph Waldo Emerson atribuyéndole la siguiente frase: “Construye una
ratonera mejor, y el mundo abrirá un sendero hasta tu puerta”, pero lo que
realmente escribió fue: “Si un hombre tiene buen maíz, buena madera, tablones o
cerdos para vender, o si sabe hacer mejores sillas, cuchillos, crisoles u órganos
de iglesia mejor que cualquier otro hombre, encontrará un ancho y firme camino
hasta su casa, aunque viva en medio del bosque.”
Fíjate lo que dice Emerson: si sabes hacer algo realmente
bien, claramente mejor que los demás, el mundo te descubrirá. No tienes que ser
vanidoso o arrogante ni es necesario que des publicidad; haz bien lo que haces
y la gente te descubrirá e ira en tu busca. Y eso te convertirá en una persona
más feliz.
Las ideas principales de este texto se tomaron del
libro El Poder del TAO (de Lou Marinoff, autor de Más Platón y Menos Prozac)
Capítulo 7.
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