Los pensamientos y sentimientos, como todos sabemos,
no los podemos detener a voluntad propia, ellos acuden a nosotros sin darnos
ningún aviso. La clave se haya en no dejarse arrastrar por ninguno de ellos.
Incluso un exceso de alegría degenera en histeria. Por lo que, incluso reírse en
exceso, podría transformarse en algo patológico.
Para las personas orientales, practicantes de artes
marciales, yoga u otra disciplina, el dominio de la mente es importante, les da
nitidez para poder tomar la decisión correcta ante cualquier situación que se
les presente.
Una mente diamantina es exactamente así, una mente
quieta y con luz nítida.
Si tu mente es diamantina, pase lo que pase en el
exterior, tu mente estará clara y tranquila. Si esto lo logramos, podremos
actuar correctamente ante la situación que tenemos en frente.
Pero para aquietar la mente debemos hacer un gran
esfuerzo, no es imposible, sin embargo, el esfuerzo es a cada instante, y es
algo que debemos hacer y seguir haciendo hasta el fin de nuestros días.
Lograr una mente diamantina es igual que desear tener
nuestros músculos en forma, para lograrlo tenemos que hacer ejercicios a
diario. El estado natural de nuestras mentes es la de estar pensando en tonterías,
cuando encuentre a su mente así coloque música y concéntrese en la música únicamente.
Una vez logre callar a su mente, apague la música y espere a ver qué sucede.
Se sorprenderá de los cambios.
¡Feliz martes!
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