El rey Luis XII de Francia, que según
los historiadores fue amado por sus súbditos, encontró cierto día a un miembro
de su corte maltratando a un campesino.
Como castigo, Luis XII de Francia le
impuso al cortesano que no volviera a comer pan por el resto de su vida.
-Pero señor –protestó el cortesano-, no
podré vivir sin comer pan.
-Y, entonces –ripostó el rey francés- se
puede saber ¿por qué maltratas a los que te lo proporcionan?
Muy sabio el rey, sabe que toda persona
es importante, desde un simple campesino hasta su súbdito más fiel e
importante, ya que cada uno cumple con una función; en este caso el campesino
que preparaba el pan. Cuando cada uno dentro de una familia, o empresa o
sociedad cumple con su parte, todo marcha bien.
Sin embargo, en el texto se nos presenta
aquel que no entiende las cosas así, si no que se cree superior al otro. Eso
hoy en día también pasa con los trabajadores dentro de una empresa, pequeña, mediana y hasta
grande.
En el ámbito laboral, antes de maltratar
a alguien, recuerda que esa persona que quizá no juegue un papel importante
(según tú) quizá haga cosas claves para la empresa. Seamos cautelosos.
¡Feliz semana!
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