Para ningún latino, el nombre de Andrés Bellos pasa desapercibido. Entre sus muchas anécdotas existe una sobre el nombre de un cóctel chileno que debe su nombre a él: la Vaina Chilena.
Sobre el origen del nombre del trago no hay problema; la anécdota es conocida tanto en Chile como en Venezuela. Antes de entrar en detalles sobre el particular, hay que precisar a quienes no conocen el habla del venezolano que la palabra VAINA, no es sólo la funda de una espada o el fruto de las leguminosas, sino que también es una muletilla sinónimo de COSA. Así decimos, por ejemplo: ¡Qué vaina más buena!, ¡No me digas esa vaina!, ¿Qué vaina es ésa? o Vaina más fea... La entonación dará el significado positivo o negativo de la expresión. Su uso es tan extenso que ya perdió la connotación vulgar. Pues bien don Andrés Bello, para distenderse en sus múltiples ocupaciones de académico, legislador, poeta y publicista de Derecho de Gentes, acostumbraba asistir a un club en Santiago de Chile donde servían un aperitivo que era de su agrado, mas no conocía el nombre. Entonces decía al mesonero: "Tráeme una de esas vainas que preparan aquí". Y el nombre quedó.
Aparentemente la receta tiene sus variaciones. Si algún chileno me aclara se lo agradezco.
He aquí algunas recetas de la Vaina chilena:
Vaina 1
50 cc Vino añejo
30 cc Cognac
30 cc Licor de cacao
2-3 Cucharaditas de azúcar impalpable
1 Yema de huevo
Canela en polvo (para adornar)
Vaina 2
2 Medidas de vino tinto
1 Medida de vermouth blanco
1 Medida de cacao en polvo
1 Yema de huevo
Vaina 3
20 ml de cognac
60 ml de Jerez
2 Yemas de huevo
2 Cucharaditas de azúcar impalpable o jarabe de goma
Lo que sí está claro es la manera de preparar el trago. En una coctelera con bastante hielo se baten bien todos los ingredientes y se sirve colado en una copa flauta bien fría. Se adorna con canela en polvo.
A su salud, don Andrés.
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