Sigmund Freud dice: No puedo pensar en ninguna necesidad
en la infancia tan fuerte como la necesidad de la protección de un padre. Pero,
hasta ¿qué punto debe ser esa protección?
Siempre ha existido la necesidad del cuidado de los
primeros años en un niño, sin embargo, la medida justa no la conocemos a
ciencia cierta, a veces vemos padres muy descuidados con sus hijos, que los
dejan hacer y deshacer sin siquiera mirarlo. ¿Cuántos niños he visto en la calle
sin supervisión de un adulto?
En su libro “Emilio, o de la Educación”, Rousseau nos
dice: “¿Puede concebirse un método más insensible como el de educar a un niño
como si jamás hubiese de salir de su habitación y tuviera que vivir siempre
rodeado de su gente”. Ciertamente, un niño que permanece aislado de esa manera
no podrá llegar a ser un niño sano, ni el aspecto físico, ni en el aspecto
social. Hay que darle cierta libertad, pero estando alerta a lo que está
pasando para evitar accidentes.
Y sigue Rousseau en su texto: “Si este desgraciado da un
solo paso en la tierra, si baja un escalón, está perdido. Esto no es enseñarles
a soportar el dolor, sino ejercitarle a sentirlo.”
Recordemos que en nuestra infancia necesitamos quien nos
guíe, quien nos oriente y quien nos cuide, pero no debemos aislar a los niños a
su entorno, no lo dejemos en una burbuja de cristal, porque tarde o temprano,
va tener que enfrentar el mundo real.
¡Feliz semana! y mañana estén pendientes
del blog “Mis poemas”...
http://ola-mispoemas.blogspot.com/
con una nueva publicación...
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