La finalidad de la evolución no es hacer un autómata que ciegamente siga el camino trazado ante sus pasos, sino hacer un reflejo del Logos (es decir, según la Biblia creados a imagen y semejanza), una poderosa colectividad de sabios y perfectos hombres que escojan lo óptimo porque al cabo lo conozcan y comprendan, al paso que rechacen lo pésimo, porque la experiencia les enseñe sus inconvenientes y las tristezas que ocasiona.
Evolución implica cambiar, mejorar, trascender, llegar al futuro unirnos en voluntades concertadas por el conocimiento y en la elección que a todos nos mueva en un sólo propósito, y conocedores del conjunto, a saber que la ley es buena, nos identificamos con ella, no porque nos obliguen por una externa coacción (ya sea por alguna religión o gobierno, por ejemplo).
¡Feliz martes!
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