Primer propósito: Aprender
las lecciones de la vida.
Tema o curso: Conocerse a uno mismo (encontrar integridad
en las sombras).
En la infancia, nuestro poder y encanto proviene de la
autenticidad - nuestras acciones están sin diluir por medio de disimulos.
Pero a medida que pasan los años, aprendemos a decir
mentiras sociales y aparentamos para agradar o calmar a los demás, mientras que
renegamos y desaprobamos parte de nuestra psique. De esta manera, vamos creando
un personaje construido a partir de fragmentos de la sombra de nuestra
identidad y potencial.
Luego, a medida que maduramos comenzamos a comprender
que a menudo somos la causa de nuestras propias dificultades, comenzamos un
proceso de auto-observación compasiva que conduce a una mayor auto-conocimiento,
dando paso a la autenticidad como la luz de la conciencia penetra en nuestra
sombra. Nos aceptamos a nosotros mismos (y a otros) tal y como somos, en vez de
como quisiéramos ser (nosotros y otros). Y a medida que alcanzamos nuestra
humanidad completamente, se nos abren el camino para un genuino crecimiento y transformación.
Como decía San Agustín: Conócete, acéptate, supérate.
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