domingo, 9 de agosto de 2015

Justo e injusto

Siempre que tomo una decisión me pregunto: ¿estoy siendo justo conmigo? ¿Estoy siendo justo con la o las personas involucradas? Etc.

Desde pequeños nos hablan de ser justo, o de que somos injusto por tal razón; sin embargo, la realidad es que a veces somos justo e injustos al mismo tiempo, ¿cómo es esto posible?, fácil, depende desde el punto de vista que lo vea. Para poder aspirar a un grado de justicia absoluto tendríamos que ser dioses, es decir, conocer al 100% las circunstancias que nos llevaron a tomar la decisión que tomamos.

Dentro de lo que los japoneses llaman el Bushido, o el sendero del guerrero, que no es otra cosa sino las normas que rigen las vidas de aquellos que aspiran a ser samuráis, dice acerca de lo justo e injusto lo siguiente: “un guerrero debe tener una total compresión de estos dos aspectos. Si sabe cómo practicar lo uno y evitar lo otro, habrá alcanzado el Bushido”.

Fíjense en algo interesante del texto, “compresión de estos dos aspectos”, aunque desde un punto de vista lógico podríamos decir que justo e injusto puedan ser opuesto, en el texto dice “practicar lo uno (justo) y evitar lo otro (injusto)”. A veces nos toca tomar decisiones que ante los ojos de todos parezca injusto, pero es lo justo que debió hacerse.

También podemos ver estos aspectos como el hacer el bien y hacer el mal, y desde este punto de vista podríamos llegar a la conclusión que ser justo agota y ser injusto podría llegar a ser fácil y hasta divertido. Y seguramente la mayoría tomará el camino fácil y divertido.

Podríamos verlo también desde el punto de vista taoísta, tipo fuerzas que se oponen, de modo que lo justo es yang y lo injusto yin, y el equilibrio de ambos sea la justicia.

Desde el punto de vista que lo veamos, ser justo debe ser el sendero de todos, porque con ello podemos lograr equilibrar nuestras decisiones y nuestras vidas en sí misma.


¡Feliz domingo!