lunes, 30 de mayo de 2011

La mente indestructible

“La felicidad se consigue domesticando la mente; sin domesticar la mente no es posible ser feliz.”
Tenzy

Los pensamientos y sentimientos no los podemos detener por voluntad propia, ellos acuden a la mente, lo importante no es dejarse arrastrar por ellos. Lo que debemos hacer es domesticarla, hacer de ella una herramienta y no nuestra ama.

Lograr que nuestra mente esté en su estado natural, y además domesticada; esta mente tendrá una luz nítida, una luminosidad fundamental. A esta mente le llamaremos la mente diamantina, o como el título de este artículo una mente indestructible, inmutable. En tu exterior puede estar pasando lo que esté pasando, pero tu mente estará clara y tranquila, esto nos permitirá actuar correctamente y no dominado por sentimientos pasajeros, como el odio.

Pura desde el principio y dotada de una naturaleza espontánea, esta mente diamantina es la base de todo desarrollo espiritual. La mente diamantina, aunque genera numerosas concepciones buenas y malas, como deseo, odio y perplejidad, está libre de la contaminación de estas corrupciones. En esta mente hallaremos, en su forma básica, las cualidades espirituales como la compasión y amor infinito.

¿Es posible lograrlo? Sí, pero recuerden algo, no es un destino sino un camino.

¡Feliz semana!

lunes, 23 de mayo de 2011

La Mente Natural

En la pasada entrega hablamos de la basura mental, es decir, todas esas cosas que pensamos y que a veces ni siquiera son reales a veces; por lo que invadimos nuestra mente de tanta información inútil, que luego vamos acumulando poco a poco hasta tener nuestra mente copada de tantas cosas que no le damos espacio para nada más.
En la película “Peaceful Warrior” hay una escena donde “Sócrates” lanza al Dan en un riachuelo desde un pequeño puente, cuando Dan le pregunta a “Sócrates” explicaciones, le dijo que le estaba vaciando su mente. Por supuesto, en el momento que va cayendo, no estaba pensando en nada, salvo en que se estaba cayendo. Con esto no le digo que se lance al de un puente para vaciar su mente, pero ese fue una manera rápida de hacerlo y tiene su sentido en la película.
Tenzin Gyatzo (Dalai Lama XIV) usa la meditación para lograr este vacío mental, o quizá, podamos llamarlo estado natural de la mente. Y es que nuestra mente en su estado tranquilo es diferente a como la tenemos mientras trabajamos, etc. Tenzin recomienda hacer meditación sobre todo en la mañana temprano al levantarse pues en ese momento hay menos distractores en nuestro ambiente, y nuestra mente está en su estado natural.
Veamos los pasos para esa meditación:
1. No pienses en lo que ha sucedido en el pasado ni en lo que podría suceder en el futuro.
2. Deja que la mente fluya, sin ningún pensamiento.
3. Observa la claridad luminosa de la mente.
4. Mantén esa experiencia durante un rato.

Próxima entrega: La mente indestructible

lunes, 9 de mayo de 2011

La Basura Mental

La mente es esencialmente luminosa y conocedora. ¿Recuerda cuando era niño y su preocupación más grande era tener la tarea lista? ¿Recuerda que tuviera algún problema emocional? Bueno, quizás sí, pero la magnitud es diferente cuando vamos avanzando en edad.
Sin embargo, esos problemas emocionales, tanto de antes como los de ahora, no forman parte esencial de la mente, y esas actitudes van deteriorando seriamente nuestra mente y en consecuencia nuestra manera de actuar.
Por ejemplo, la ira es un sentimiento de los más perjudiciales que hay, y si lo pensamos con cuidado enfadarnos es simplemente una frustración de nuestros deseos. Cuando odiamos es porque se establece en nuestra mente de que objeto (del odio) es nuestro enemigo y nosotros somos la víctima. Sin embargo, el odio no es fundamental en nuestra mente, y esto lo sabemos porque el odio es algo transitorio; es decir, nuestra mente no siempre está en ese estado.
Nuestra mente tiene un estado natural y no es la que el odio le provoca; el estado natural de nuestra mente es el que hemos ido forjando poco a poco con el pasar de los años, mientras más joven o muy viejo, por lo general el estado de la mente es más cercano a lo tranquilo. Sin embargo, los sentimientos como el odio, el rencor, etc. pueden provocar en nuestra mente estados indeseados. Hay personas que podrían pasar todo un día angustiados por lo que va a pasar, y hay otras que recuerdan cada detalle del pasado y por lo general mientras sea más doloroso el recuerdo más claro es para ellos. ¿Entonces? ¿Y que está pasando en nuestra vida ahora? ¿Si estamos recordando siempre o estamos pensando en las posibles cosas del futuro? Pues a esto me refiero con la basura mental.
Ahora que ya sabes que es la basura mental, ¿podrías identificar qué cosas de ese pasado recordado puedes desechar? ¿Qué cosas de las que imaginas en el futuro te hacen bien y cuáles no son tan buenas? ¿Puedes identificar esa basura?

La próxima semana veremos como personas como Dan Millman (autor de Peaceful Warrior) y Tenzin Gyatzo (Dalai Lama XIV) manejan su basura mental, porque todos tenemos basura mental, solo que la cantidad es lo que cambia.

lunes, 2 de mayo de 2011

El odio y el amor

Dos grandes fuerzas que mueven al hombre. Por odio una personas podría acabar con la vida de otra, incluso, por ejemplo para los Judíos la ley del ojo por ojo y diente por diente es totalmente válida. Jesús de Nazaret, judío rebelde del que todos sabemos al menos que existe les hizo un cambio fuerte a los judíos al decir que amara a sus enemigos. Los judíos lo habrán visto como un loco y yo creo que los mismos “cristianos” de hoy en día también lo verían con ojos extraños.

Por otro lado el amor, pienso que todos lo conocemos sobre todo a nivel familiar y de pareja; el amor a los padres, a los hermanos, primos y demás familiares. Luego, si se casa y tiene hijos, pues el amor a la pareja y a los hijos, etc., etc.

Sin embargo, la visión de amor del monje Tenzin Gyatzo -decimocuarto Dalai Lama-, está muy compenetrada con la compasión y el interés por los demás. Quizá sea una visión similar a la de Jesús, aunque menos radical.

Para Gyatzo el amor, la compasión y el interés por los demás son verdaderas fuentes de felicidad. Si se tienen, no nos afectarán ni las circunstancias más incómodas. Pero si alimentas el odio no serás feliz aunque estés rodeado de lujos.

Ciertamente el odio nos hace perder la razón, la ira destruye, desde adentro y luego nuestro entorno. Las actitudes contraproducentes no surgen por sí solas sino por culpa de nuestra ignorancia. De la disciplina, la conciencia y la compasión clara de los efectos negativos de la ira y los efectos de la bondad surgirá la paz.

Todas las religiones transmiten mensajes de amor, compasión, sinceridad y honestidad. Cada sistema busca su propia manera de mejorar la vida de todos nosotros. No obstante, si damos demasiada importancia a nuestra filosofía, religión o teoría, si nos apegamos demasiado a ella e intentamos imponérsela a otras personas, surgirá el conflicto.

Actuar llevados por la compasión y el amor, respetar los derechos de los demás: he ahí la auténtica religión. Estas palabras de Gyatzo son tan fuertes, tan poderosas y tan piadosas a la vez que parecen sacadas de un cuento de hadas, pero en verdad él las lleva a la práctica. Es un ejemplo viviente de cómo hacer esas cosas.

Ahora, pero nosotros cómo hacemos, por dónde empezamos a crear más amor a nuestro alrededor, pues primero que todos debemos comenzar con nosotros mismos, para luego ir a nuestro entorno e ir poco a poco agrandando nuestro circulo.

Termino con un último pensamiento de Gyatzo: Esta es mi religión, una religión sencilla que no necesita templos ni complejas filosofías. Tu propia mente, tu propio corazón, es el templo; tu filosofía, la simple bondad.
Feliz semana!